
Durante mucho tiempo me mantuve al margen del golf por muchos motivos, entre ellos estaba la adicción que percibía que generaba esta afición entre mis familiares que lo practicaban, primos, tíos, e incluso mi propio padre.
Luego por otra parte estaba la falta de tiempo libre para practicarlo, la necesidad de un campo o club cercano y accesible (más complicado en Madrid), el material, las clases, en fin, hacerle un hueco en tu vida rutinaria. Digamos, algo a lo que no le había llegado la hora.
Las circunstancias cambiaron cuando me vine a vivir a Asturias, y la posterior pandemia abrió una puerta al golf en mi vida. Se podía salir para practicar deportes federados, y tenía tiempo para probarlo.
LOS CAMPOS
Hay que decir también que Asturias tiene catorce de sus dieciseis campos operativos, que son todos parte de este paraíso natural que los aloja, que no están masificados, que son asequibles y están gestionados por gente encantadora. Qué más se puede pedir.

En España hay cientos de campos, en el mundo miles, por lo que aquí sólo hablaré, si procede, de los de Asturias.
He jugado en todos elllos. Soy socio del de Villaviciosa (el más cercano) y Deva (extraordinario Pitch and Putt). Son impresionantes el de Llanes y el de la Rasa Berbes (Ribadesella). Mención aparte Castiello y la Barganiza, campazos de clubes privados, solo juego allí Torneos Benéficos.
La Llorea y Tragamón, municipales de Gijón. El Tragamón destaca también por el pincho de tortilla de su cafetería con terraza.
Cerca de Oviedo Las Caldas, con un entorno natural privilegiado y la ciudad termal a dos pasos, campo exigente. La Morgal, muy llano, todo lo contrario, y sin tanta agua. Junto al Museo de Fernando Alonso, en Llanera.

En la parte Occidental están los campos donde me inicié, con mi mentor, Malio, Yu Qiu Wei Long.
Luarca, entrañable, Tol en Castropol, con el par 5 más largo de Asturias y su Hotel Casa Cachón, y Cierro Grande en Tapia de Casariego.
Y he dejado para el último el Pitch and Putt del Hotel Aldama, en Posada de Llanes, mi favorito para la temporada de verano por los Torneos que organiza ligados a la gastronomía. Un lujo y un placer.
Los dos citados, no operativos que decía son el del Palacio de Rubianes, en Piloña, abandonado, y que ahora están reconvirtiendo en un huerto ecológico, y el del Hotel Balagares en Avilés, que decían que estaban preparando para reabrir.
EL GOLF
Escribir sobre Golf, de lo que se han escrito ya tantas cosas, tantas páginas, tantos libros, podría ser algo demasiado repetitivo incluso osado para mi, que solo soy un mero aficionado, por lo que no caeré en ese error, no escribiré ni sobre sus normas, ni su reglamento, ni sus modalidades, sólo sobre algunas nociones básicas más pensando en el no iniciado, y sobre todo el impacto que ha supuesto para mi. Mi visión personal y particular del golf.

Una de las cosas que no me gustaba nada del golf, es esa obsesión que atrapa a gran parte de los aficionados que no paran de hablar de golf aburriendo a todo el entorno que no sea aún víctima de esta sana afición. Y me temo que he caido ya en esa trampa, lo siento.
Tengo miedo de estar impregnado ya de esa pasión que genera este deporte.
De hecho aquí estoy escribiendo sobre ello, y lo que tengo que procurar es hablar sólo entre los colectivos de adictos y evitarlo en otros contextos para que no terminen mirándome como a un enfermo, o como a un «pirao». No siempre es fácil.
La verdad es que si lo piensas fríamente, ir con el carrito, cargando con los palos, algunos incluso en un buggy, siguiendo una bola a la que vas golpeando para llevarla a un hoyo marcado con una bandera sobre una alfombra de césped… para meterla en ese agujero lo más limpiamente posible, es un poco ridículo, hay que reconocerlo.
LA JERGA DEL GOLF

El golf es un deporte anglosajón y por ello está repleto de palabros en inglés.
El otro día yo mismo me sorprendía contando a unos amigos que «había hecho un birdie en el hoyo 3 con un approach desde el bunker». Todo hay que explicarlo. Vamos por partes.
EL CAMPO
Empecemos por lo más básico de un campo de golf.
Un campo completo tiene 18 hoyos (aunque hay campos de solo 9 hoyos), y los hoyos tienen tres tipologías en función de su longitud. La distancia se mide desde la salida, Tee (se pronunciaTí) hasta la bandera que marca el hoyo dentro del Green, que es el entorno muy bien cuidado del hoyo.

Los cortos de denominan Par Tres y ello significa que hay que meter la bola en el hoyo con tres golpes. Los de tamaño intermedio son los Pares Cuatro, y los más largos Pares Cinco.
El par del campo se denomina a la suma de golpes que hay que dar para meter la bola en los 18 hoyos. Y como Hoyo 19 se conoce al tiempo posterior a la partida dedicado a socializar en el bar del campo normalmente. Lo que en rugby se denomina el Tercer Tiempo.

Las partes principales del campo son la salida (el Tee), la calle, que es la parte segada que conduce al Green, el «rough» (se pronuncia Raf) o zona de hierba alta, en Asturias puede tener escayos, matorrales y cualquier cosa, y al final el Green con el hoyo y su bandera, que puede cambiar de color, en algunos campos, según la posición del hoyo dentro de Green. Pero eso ya para iniciados.
Las salidas desde el Tee son diferentes para profesionales (color blanco), aficionados (marcas amarillas), mujeres (marcas rojas) y senior (en algunos campos, azules). Lo normal, amarillas y rojas. Y se diferencian por los metros hasta en green.
Fuera de límites. Lo suelen marcar estacas blancas normalmente y tiene penalización.
PITCH AND PUTT
Un campo con todos los hoyos Pares Tres es lo que se conoce como un Pitch and Putt, que viene a querer decir algo así como Acercar y Meter, por simplificar.
Es un campo más pequeño, requiere de menos tiempo y podría considerarse como un deporte diferente, aunque no lo sea.
OBSTACULOS
Pero no todo es un camino de rosas hacia el Green, el campo tiene sus obstáculos y sus trampas. Los más característicos son los Bunkers (se pronuncia banker) y el agua.

El Bunker es un pequeño recinto relleno de arena, tipo playa, y suelen estar alrededor o cerca del Green, o por el camino.

Y el agua puede ser un lago, un riachuelo o alguna zona marcada como agua con estacas rojas o amarillas. Tiene sus propias reglas y penalizaciones que no vamos a comentar para no aburrir demasiado. En el Reglamento del Golf, necesario estudiar para aprobar y poder federarse y jugar en el campo está todo muy detallado.
La verdad es que abruma tanta norma así que nos quedaremos solo con lo más básico para entender lo principal que es lo que nos interesa.
EL HANDICAP
El golf es un deporte complicado si no se practica desde muy pequeño. Golpear bien a la bola requiere una buena técnica y mucha repetición. El giro completo del palo para golpear la bola se llama Swing y cuando se llega al green y se trata de embocar la bola hacia el hoyo, pateo (de Putt, que se pronuncia pat).

La forma que se ha establecido para poder permitir competir a jugadores con distinto nivel de juego se llama Handicap. Mediante este sistema se concede cierta ventaja a los jugadores más inexpertos o desventaja a los más avanzados. Se cuantifica con un número de golpes extras que se pueden dar sobre el par del campo.
De esta forma el jugador profesional tiene cero golpes extras sobre el par del campo, por ejemplo, 72, y un jugador principiante podría dar 36 golpes por encima del par, 108 en total.
Entre el handicap 0 y el 36 está toda la gama handicaps que se calculan con un algoritmo que toma como base los niveles de juego en los ocho mejores resultados de los veinte últimos torneos. Puedes consultar el tuyo en el Servicio handicap de la Federación.
Todo el historial de un jugador se puede consultar utilizando la app de la Federación donde también se explica detalladamente el cálculo del handicap.
LOS PALOS
El instrumento fundamental para golpear la bola es el palo. Los hay de distintos materiales y con distintos grados de inclinación en sus caras para conseguir diferentes distancias.

Los más numerosos son los hierros, luego hay maderas, híbridos y algunos con nombre propio, como el putter (pat) para el green, el driver (para las salidas en hoyos largos), el sand (arena, para salir del bunker) y alguno más que no comentaremos. Los palos a su vez están numerados en función de su ángulo, y el más famoso, porque es primero que se utiliza en la iniciación, es el Hierro 7.
En competición puede usarse un máximo de 14 palos, no siendo tan necesarios en un Pitch and Putt. Se llevan en una bolsa junto a algo más de material y se pueden llevar en un carro o al hombro. En determinadas circunstancias se utilizan buggys y existen también los carros eléctricos.

EL COMPORTAMIENTO
Hay unas cuantas normas de cortesía en torno al jugador y el campo, de las cuales contaré alguna para no enrollarme mucho más. Se llaman normas de etiqueta y tienen que ver con el respeto al campo y a los jugadores.
Hay que jugar a buen ritmo, en silencio cuando el compañero golpea y procurando no golpear a nadie con la bola. En caso de riesgo hay que gritar ¡ bolaaa !
En la calle hay que reponer las «chuletas» (tapines de hierba que se levanten al golpear la bola). En el green arreglar los «piques» (marcas del impacto de la bola) y no pisar la línea al hoyo de la bola de los compañeros. En el bunker alisar las pisadas y agujeros con un rastrillo habilitado para tal fin.
En resumen, máximo respeto al campo y al jugador.
LA FINALIZACION

Cada hoyo termina cuando se emboca la bola al agujero. Si se mete con los golpes que marca el mismo se llama hacer un Par, si se da un golpe de más Bogey (bogui), uno de menos Birdie, dos menos Eagle y el resto de casos es ya para nota, y aquí no procede.
Bueno, puede darse el Hoyo en Uno, más propio de un par tres, porque son más cortos, pero que no es nada habitual.
Lo que está claro es que el golf puede engancharte o no, y que aquí en Asturias es más sencillo y más paradisiaco si cabe, por la variedad y naturaleza de sus campos y sus precios más asequibles como ya comentamos antes.
PERO QUÉ TIENE EL GOLF
Esta es la pregunta del millón. Cómo puede este deporte absorberte de esta manera.

¿Es el contacto con esa naturaleza tan cuidada? ¿Los largos paseos que te pegas? ¿La concentración que requiere llevar la bola a su objetivo?
¿El reto continuo de hacerlo de la mejor forma posible, en el menor número de golpes?
¿El placer de patear bien en el green?
¿La gozada de dar un buen golpe largo? ¿La continua evolución de tu handicap? ¿La ventaja de poder jugar a cualquier edad? ¿La cantidad de gente que conoces en los Torneos? ¿La evasión de los problemas cotidianos que te permite durante el juego?
Me gustaría saber lo que opinais sobre esto los que jugáis activamente al golf.
Y termino ya porque no creo que nadie me lea ni un solo párrafo más, ni yo mismo lo haría. Viva el Golf.
NOTA: las fotos incluidas en esta página son cedidas por mi primo Ramón Peláez, un crack de este deporte y máximo aficionado, como nunca conoceré a otro. Viaja por el mundo disfrutando de esta afición, adicción. El Golf.
Genial Ignacio, muy bien explicado. Comparto totalmente contigo la afición al golf y las razones de la misma.
Enhorabuena
Un artículo sencillo y fácil de entender, si lo lee alguien un poco más iniciado podría decir que muy simple pero entiendo que se dirige a profanos por lo cual me parece correcto.
En mi caso la adición es alta, me parece muy relajante y solo dependo de mí para jugar.
Nacho, tu artículo me gustó porque refleja sencillamente lo que es este deporte, a mi el golf me divierte, lo paso genial, ese reto de mejorar cada día me atrae y además me ha permitido practicarlo con amigos y hacer nuevas amistades.
Bueno en cuanto a la adicción andamos muy parecido lo que no quisiera es convertirlo en una obsesión.
Muchas gracias Nacho. Tu artículo me ha gustado , me ha enseñado y me ha inspirado. Me veo contagiándome de tu adicción golfista