Valladolid, mi ciudad

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, me toca hablar de la villa Pucelana. Esta vez mirando su lado gastronómico desde su faceta del pincho, la tapa y la cocina miniatura.

Valladolid

El haber vivido en Valladolid los primeros 18 años de mi vida (pues aunque nací en Madrid, no lo recuerdo) ha dejado en mi una auténtica raíz castellana muy bien arraigada que sigo cultivando.

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El Pasaje Gutiérrez es el único pasaje comercial de Valladolid. inspirado en el París de finales del siglo XIX

Muchos amigos, vivencias, historias acumuladas en aquellos tiempos, pero toca ahora centrarse en mis recomendaciones gastronómicas. Mis sitios favoritos, para que pueda disfrutarlos el que tenga la suerte de pasar por allí unos días de viaje o de visita.

En Valladolid puede hacer frío intenso o mucha niebla, si vas en invierno, pero sus bares, tabernas y restaurantes te abrigarán con sus vinos y sus calditos. La calidad de sus bodegas lo garantizan (Ribera de Duero, Rueda y Cigales).

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Mercado cubierto de la plaza España

Valladolid ya es considerado un paraíso de las tapas y el tapeo, aquí van mis recomendaciones más imprescindibles:

MI TAPEO FAVORITO

Los Zagales de la Abadía
En los soportales colindantes con la Plaza Mayor, centro neurálgico del tapeo vallisoletano, se alberga este mesón castellano repleto de pinchos ganadores de concursos. Cada premiado ondea con su pendón y estandarte correspondiente. Son unos cuantos, pero los más sonados podrían ser el Obama en la Casa Blanca, el Tigretostón o la hamburguesita de McChurra, entre otros.

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Plaza Mayor de Valladolid

El Corcho
Muy cerca está la casa de la Croqueta de jamón y la tajada de Bacalao. Muy concurrido, hay que pelear por la comanda.

La Taberna del Herrero
A la vuelta nos encontramos unos cuantos bares y tabernas. De entre ellos me quedo con las sartenes de huevos rotos y el marisco castellano de la Taberna del Herrero. Con una buena sopa castellana si vas en invierno.

Villa Paramesa
Casi enfrente está este templo de los super pinchos galardonados, como su K1 (ceviche de sardina). Desde fuera ya irás viendo los carteles de los últimos ganadores. Una vez dentro te apabullará su exquisitez. Buenos quesos, buenos vinos y buenas tapas y raciones.

La Tasquita
Un poco más abajo, en un callejón de la plaza del Coca (así la seguimos llamando a pesar de la desaparición del cine Coca) se encuentra esta tasca. Siempre desbordada, deslumbra por sus tostas y bocaditos.

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Iglesia de San Pablo

La Sepia
En el lateral de Ayuntamiento está su local original renovado, y muy cerca, en la plaza de la Rinconada, el nuevo. Un bar que rinde culto a la ración de sepia por encima de todo.

Castivera (antiguo bar Alarcón)
Me quedo sin duda con sus torreznos y la ración de oreja.

Ángela
Algo más escondido, detrás de San Benito y el Patio Herreriano, nos encontraremos con otro restaurante cervecería de grandes pinchos. Disfrutarás tanto de los suyos premiados (Ave Fénix pato) como de su amplia selección de cervezas internacionales y artesanas.

Martin Quiroga
Quizás menos conocido, de pequeño tamaño, más difícil de encontrar y muy concurrido, descubriremos el MQ. Sus deliciosas propuestas de temporada son todas ellas exquisitas. Este es ya para nota.

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Plaza de la Universidad

La Cárcava (Cascajares)
Al abrigo de la Catedral puedes reponer fuerzas con los pinchos, tostas y bocaditos de esta pequeña taberna.

La Solana (Antigua)
Detrás de la iglesia de la Antigua está el horno de leña de este asador castellano. Destaca por su lechazo, y su innumerable selección de tapas y raciones tradicionales.

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Catedral de Valladolid

El Penicilino ( D.E.P.)
En esa misma zona de Portugalete, se encuentra una nueva versión de esta mítica tasca. Debes probar su Peni (vino dulce) con la tradicional Zapatilla (pasta de Portillo).

El Trébol
Saliendo ya de las zonas históricas, y tirando de paseo de Zorrilla, buscaremos esta cervecería para tomar vermú y aperitivo con gambitas. La encontrarás detrás del Corte Inglés y frente al Museo de la Ciencia (al otro lado de la pasarela sobre el río Pisuerga).

Dentro de la categoría del bar de tu barrio o de debajo de tu casa, me quedo con El Julepe (El Salvador) y más allá, en la zona Arturo Eyries, el Barlladolid.

OTROS PLANES

Para complementar tanto tapeo se me ocurren un par de ideas dignas de considerar:

Leyenda del Pisuerga
Un buen plan podría ser un paseo por el río navegando en este barco inspirado en los barcos de vapor. Busca su embarcadero en playa de las Moreras. Si no te coincide el horario puedes esperar en el Chiringuito de la Playa de Valladolid (hoy llamado Pera Limonera). Dispone de una agradable terraza en plena playa de agua dulce.

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La Pérgola del Campo Grande

La Pérgola del Campo Grande (cerrado por falta de concesión 🙁
Otra propuesta podría ser, un aperitivo o vermú en la terraza de La Pérgola del Campo Grande (abierto solo en temporada, si reabre). Después de un paseo por el parque, repleto de patos, pavos reales, aves y alguna popular ardilla, te vendrá bien.

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Vistas desde la torre de la catedral

La Torre de la Catedral
Entre las novedades culturales está abierta la visita guiada a la torre de la Catedral. Si no hay niebla y no hace mucho frío, destaca por sus ilimitadas vistas de la ciudad, y las interesantes anédotas y pinceladas de la historia de la ciudad que comparte la guía.

Muy interesante.

LAS BODEGAS

La Sorbona (Bodega de Félix)
Fuera ya de la ciudad, y por ejemplo, en Fuensaldaña, están las entrañables bodegas (cuevas subterráneas). Allí puedes degustar la cocina tradicional castellana con morcilla, mollejas, chuletillas, lechazo y todo lo demás, regado con su clarete de la casa (Cigales). Por el vínculo que nos une y el trato familiar, La Sorbona es mi favorita destacada.

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Plaza de Colon

AVE
La visita desde Madrid ha dado un cambio radical con la llegada del AVE a la Estación de Norte, Valladolid-Campo Grande. En tan solo 50 minutos desde Chamartin te plantas en el mismo centro de Valladolid, un auténtico chollo.

Si no tienes mucho tiempo, allí mismo está la Estación Gourmet repleta de puestos con una oferta culinaria muy variada.

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Campo grande de Valladolid

NOTA: el patrimonio histórico cultural de Valladolid es apabullante. Dejo a otro la labor de comentarlo pero ya lo dejo entrever con la colección de imágenes procedentes de su área de Cultura y Turismo.

SUPLEMENTO

Era evidente que esta selección de recomendaciones personales no agota la inmensa oferta gastronómica vallisoletana. Estoy recibiendo algunas sugerencias de familiares y amigos a través de las redes sociales e incluso la mensajería instantánea, whatsapp.

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De Tapas por Pucela

No las voy a dejar fuera, pero antes de opinar espero poder ir a probarlas:

El Farolito. En realidad no lo había incluido porque lo consideraba más un bar de cañas y copas, pero puede tener algo de picoteo. En cualquier caso lo tenemos justo enfrente de La Cárcava, a 50 metros de la Catedral.

El Antiguo Puchero. Cerca de la Catedral y La Antigua (c/ Los Tintes). Me lo recomendaron por sus pinchos de lechazo, que estaban buenísimos. Pero cerró. El que hay ahora no es ya lo mismo. D.E.P.

La Garrocha. Muy cerca del Farolito (c/ Zúñiga, zona Catedral) y recomendado por la calidad de su cocina. Otra asignatura pendiente más.

2 respuestas a «Valladolid, mi ciudad»

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