Historias de la Mili: La IMEC

San Quintín

El servicio militar obligatorio da paso a finales de 2001 en España al ejército profesional. Se acaba con ello con todas las historias de la Mili y con la IMEC  (Instrucción Militar Escala Complemento), la alternativa que existía para cumplir el servicio militar los universitarios.

campamento de verano

Quién me iba a decir a mí que los campamentos de verano de Don Víctor de los años 70s, con el grupo montañero San Fernando de Infiesto, iban a ser un preludio de lo que más tarde iba a ser la Mili, el servicio militar.

milicias universitarias
IPS, Artillería, años 50s

La Mili era para algunos una auténtica pesadilla, para otros la posibilidad de salir de su pueblo, conocer gente y ver mundo, para muchos una pérdida de tiempo y para los universitarios un retraso en la incorporación al mercado laboral.

De esta forma muchos trataban de librar la mili alegando supuestas enfermedades, otros conseguían excedente de cupo y finalmente llegó la Objeción de conciencia que terminó por acabar con esta obligación.

Los universitarios que no veíamos con tan malos ojos servir a la patria durante unos meses teníamos una fórmula que nos permitía simultanear estudios y milicia, una Instrucción que en mi época se llamaba IMEC y en la de mi padre la IPS (Instrucción Premilitar Superior) .

Consistía en fraccionar en dos o tres períodos la instrucción militar, combinando Campamento, Academia y Prácticas con los estudios.

Tras el Campamento y la Academia se realizaban unas prácticas ya como oficial o suboficial, Alférez o Sargento.

En mi caso fue en Infantería, 3 meses en el CIR (Centro de Instrucción de reclutas) de El Ferral del Bernesga (León), durante el verano de 1983, tres meses en la Academia de Infantería deToledo durante el otoño de ese mismo año, y las prácticas como Alférez de Infantería en San Quintín (Valladolid) ya en 1984, desde julio a diciembre.

CAMPAMENTO: C.I.R. Número 12

Entre las cosas buenas de la IMEC, que las tenía, podemos decir que te encontrabas con gente fantástica, que hacías mucho ejercicio, deporte y vida sana, y que vivías unos meses de intenso compañerismo, disciplina, competitividad, camaradería, amistad, complicidad, abnegación, austeridad, sacrificio, esfuerzo, solidaridad y otros muchos valores que luego echas de menos en la sociedad civil.

Jura de Bandera
Jura de Bandera en el Ferral del Bernesga, 1983

Tras la instrucción militar recibida en el campamento llegaba la Jura de Bandera, un momento emotivo para los que amamos la rojigualda y un sufrimiento o calvario para aquellos que no sienten absolutamente nada de amor patrio.

En la IMEC, al tener que formarnos durante el primer año para ejercer de oficiales el segundo, esto nos hacía vivir esta etapa de una forma muy diferente a los que hacían la mili obligados y a regañadientes.

Mi padre ya me había contado sus batallitas en la IPS, con la mula Francis y demás. Él estuvo en Artillería de Campaña en Monte la Reina, en Segovia y de prácticas en Vitoria. Realmente no recuerdo mucho más, y mucho menos de la mili de mi abuelo que la haría en el período de entreguerras.

artilleria de campaña

Y yo, como no se si a voy a tener oportunidad, creo, de contar mis batallitas, en principio, a nadie (solo tengo una hija) , pues me tengo que conformar con escribirlas para recordarlas si hiciera falta, aprovechando este medio digital.

Campamento
Verano del 70. De campamento a Poo de Llanes con mis primos, Javier, Angel y Fernando Tamargo.

En el campamento se alternaba ejercicio físico con clases teóricas y teníamos pruebas, asignaturas y exámenes. Se establecía con ellas un «ranking» que serviría para acudir a la Academia con una cierta jerarquía.

En León eramos 188 alumnos y saqué el número 8, lo que me permitió ir a Toledo como Sargento galonista y tener mando y mayor visibilidad. No lo sabía pero me vino muy bien.

Academia de Toledo
Academia de Infantería de Toledo, otoño de 1983.

ACADEMIA de Infantería de Toledo

En la Academia de Toledo ya eramos varias compañías y más de 600 imecos. Allí mantuve mi nivel como galonista y obtuve el número 39. Esto me ayudó a poder elegir destino para mis prácticas como Alférez que fueron finalmente en casa, en Valladolid, en el Regimiento de Infantería San Quintín nº 32.

Menudo rollo estoy largando, y aún no he contado ninguna anécdota, que las hubo y muchas, pero como la memoria es selectiva solo tengo buenos recuerdos. El que haya llegado hasta aquí se encontrará ahora con unas cuantas situaciones que mi recuerdo ha ido guardando. Trataré de ordenarlas en la medida de lo posible para no marear.

EN EL CAMPAMENTO

campamento
En el Campamento eramos 188 imecos

Allí se corría mucho (1), y aunque llegué como esprinter, con tanto trote borriquero fui perdiendo la velocidad punta y me ensancharon las piernas.

A la vuelta ya no me entraban las perneras de los pantalones.

Las clases eran por las tardes, y llegábamos tan cansados que las aprovechábamos para pegar cabezadas escondiéndonos de forma alineada detrás de los compañeros de delante. Afortunadamente el orden alfabético me libró de las primeras filas.

Lo negativo fue, siempre hay alguna parte mala, que en unas prácticas de tiro con subfusil me lesioné el oído izquierdo, y eso ya queda para siempre 🙁

Lo positivo, allí conocí y conviví con una gente maravillosa en el campamento, los denominaremos imecos, los soldados alumnos de la IMEC.

EN LA ACADEMIA

campo
Todos los días se salía al campo

Allí se salía al campo todos los días y se corría mucho más, mínimo 8 km diarios, por lo que todo lo comentado antes se amplificó enormemente. Se corría de forma castrense, casi en formación, y nunca adelantabas a los mandos, eso sí, a trote borriquero puro.

Nunca olvidaré los abrazos en las prácticas de tiro con mortero cuando nos acercábamos al objetivo, la vistosidad de las balas trazadoras y la cacerolada del tintineo de los cascos corriendo al paso ligero camino del campo de tiro.

Indescriptible era el atronador Himno de Infantería sonando dentro de los muros de la imponente Academia. Ese Ardor Guerrero que nos hacía estremecer invariablemente.

Jura de bandera

Durante tanto barrigazo jurábamos y perjurábamos que nos iríamos de prácticas a Ibiza para compensar, pero luego por la boca muere el pez, los que pudimos nos fuimos a hacerlas a casita, a Valladolid, en mi caso.

Maniobras, salidas nocturnas, marchas kilométricas, calor, frío, lluvia, barro, polvo… y al final la célebre frase del Teniente Coronel: «Lo agradeceréis en Navidad«. Y así fue.

REGIMIENTO

Esto ya era el mundo real. Estrella de seis puntas. Oficial de Infantería.

Maniobras por la cordillera Cantábrica con jeep y radio. Tomando pueblos abandonados o de escasos habitantes que nos invitaban a tomar algo en sus casas.

San Quintin

Bar de suboficiales y Residencia de Oficiales, momentos de relax. Ambiente más desenfadado en el primero, algo más elegante y carca la segunda.

A casa con chófer y PM (policía militar), tomando con ellos un cacharro de vez en cuando. Sueldecillo a fin de mes.

Cabo primero. Recuerdo que había uno muy simpático conmigo que me hacía bastante la pelota, y cuando estuvo en cocina me llamaba todos los días para darme a probar platos especiales. Allí probé por primera vez oreja, muy buena por cierto. Gracias majo.

Sargento. Había uno joven, profesional, de academia, que salía conmigo a correr con la tropa, y como yo estaba acostumbrado a correr manteniendo el orden castrense no me dejaba adelantar, y él se debía picar y lo intentaba una y otra vez. Resultado, toda la tropa descolgada y desperdigada por el camino.

Teniente. Había muchos tenientes en el regimiento, pero uno de ellos en concreto, con el que salía más al campo se enfadaba conmigo porque les daba patadas a los cardos. Cómo iba a saber yo que se dedicaba luego a coger setas de cardo. Lo pude entender a mi paso por cocinas.

Comandante Gastón. Estaba yo saliente de guardia y se me ocurrió gastarle una broma al oficial entrante, el alférez sanitario (un amigo imeco). El comandante Gastón, obviamente, no existía. Le llamé por teléfono a la garita de guardia y le grité:

Un retén es una tropa que sirve de refuerzo
  • Soy el comandante Gastón, ¡forma el retén!
  • Respondió: ¿Cómo?
  • ¡Qué formes el retén, coñooo!
  • Me colgó, salió un corneta, tocó retén y se empezaron a movilizar vehículos, suboficiales y tropa.
  • El alférez tardó en coger mi segunda llamada para desconvocar esa orden.

Comandante ayudante. Al final, y tras librarme a pesar de toda aquella movida, decidí irme a casa a dormir, como se hacía habitualmente tras una guardia. Eso me habían dicho. Pero olvidaron decirme que no era así cuando estabas simultáneamente también de oficial de semana.

Total, que incumplimiento de las obligaciones reglamentarias. Estaba ya tranquilamente en casa durmiendo la siesta cuando de repente me despierta mi madre, que te llaman de San Quintín. Era el Comandante ayudante que me invitaba a coger lo necesario para pasar allí un par de días en la Residencia de Oficiales. A los soldados les debieron decir que estaba enfermo pues a la vuelta todos preguntaban por mi salud.

Tropa. El imeco era un híbrido entre el soldadito de reemplazo y el militar profesional. Los primeros nos adoraban, los segundos nos miraban con cierto recelo por el buen trato que le dábamos a la tropa. A veces ese exceso de confianza nos podía causar problemas. Un ejemplo eran las bolas que nos intentaban colar para salir de fin de semana. El soldadito jeta no dudaba en enterrar una y otra vez a su padre o cualquier otro familiar de primer grado para conseguir permiso para salir del acuartelamiento. La primera vez te la colaban, pero ni una más. Lo malo era que luego algunos eran folloneros fuera del cuartel.

Soldado raso. Pues bien, en la cafetería de la residencia de oficiales había un soldado con cierta alegría que trabajaba en un afamado restaurante de Pamplona, y allí me tuvo a cuerpo de rey, como en un hotelito, esos dos días que aproveché para leer y escuchar música.

artilleria
Artillería de campaña, años 50s

Y es que la mili de cada uno puede atesorar mil y una historias, basta con rascar un poco para irlas recordando. Y fruto de todas ellas a algunos se nos pone la piel como escarpias cuando suenan los acordes del Himno Nacional que tanto nos estremece.

(1) Acabo de recordar la cancioncilla que canturreábamos cuando enfilábamos un paso ligero en el Ferral. Una voz lideraba el cántico, y todos los demás replicábamos con un bis :

«Contentos nos tienen / bis (todos)
Lucky Luck / bis
Pichi, Sor Solleiro / bis
y el Gran Capitán. / bis
De puta madre / bis
Primera Unidad. / bis»

Evidentemente los aludidos en su letra eran los mandos, alféreces de IMEC y un capitán profesional. No recuerdo más estribillos ni si ellos llegaron a escucharla.

Antiguo Alumno: un disco solidario

Hoy vamos a dar a conocer una iniciativa de un gran amigo y compañero de estudios que consiste en la edición de un disco solidario que lleva por título “Antiguo Alumno” y cuyos fondos generados irán destinados íntegramente a la Federación Española de Fibrosis Quística.

Antiguo Alumno

Para ello voy a entrevistar a Alfonso Díaz Blanco, natural de Gijón, antiguo roommate, que nos contará muchas cosas, desde su vocación inicial por la música hasta la edición de este cd, pasando por sus años de estudio en ICADE, hoy conocido ya como Comillas.

Alfonso, cuando a principios de los años 80 hiciste tu maleta para venirte desde Asturias a estudiar a Madrid ¿traías ya la guitarra y la armónica, o la afición por la música te llegó estando ya en la Universidad?

R- La afición me viene desde la infancia. Ver y escuchar al gaitero y al tamborilero en las fiestas del Carmen me ponía la piel de gallina. Y desde los 15 años tengo  la guitarra y la armónica a mano..

De tus primeros días por las aulas de la facultad, ¿cuáles son los recuerdos más impactantes que nunca podrás olvidar?, ¿quizás aquella novatada que nos hicieron el primer día de clase, o hay alguna otra cosa que quieras comentar?

R- Había compañeros de todas las partes de España, cada cual con su acento particular que hasta entonces desconocía. Era una diversidad muy positiva y constructiva. Las compañeras tenían un nivelazo tremendo, salían del primer examen diciendo que les había salido fatal. Los chicos les decíamos que tranquilas, que era solo el primer examen. Al salir las notas ellas se movían entre el 8,75 y el 10 y nosotros, por lo general, bastante por debajo.

Creo recordar que por aquella época tenías una gaita asturiana, y que un día de “folixa”, como se dice allá por tu tierra, la llegaste a introducir incluso en las aulas, ¿te causó aquello algún problema disciplinario tan tempranero?

R – He hecho algunas tonterías, y esa fue otra más. No lo volvería a hacer ni se lo recomiendo a nadie.

Aprovechando este pequeño recordatorio de tu paso por la facultad de ciencias económicas y empresariales ¿tienes alguna otra anécdota o experiencia que quieras comentar, aunque no tenga mucha relación con la música que es lo que nos ocupa ahora?

R – Fueron unos años vividos con mucha intensidad: el golpe de estado, la llegada del PSOE al poder, la expropiación de RUMASA, la movida madrileña, etc. (En épocas de examen tenía que encerrar la guitarra en un trastero con varios candados).

Antigua Alumno

La portada del álbum tiene un marcado sello jesuítico de patio de colegio con foto anual de clase incluida, aunque eso sí, de ambientación preuniversitaria. ¿Por qué este Título y esta imagen colegial?

R – Es parte de la famosa mochila que uno lleva toda la vida. Da cierta nostalgia y hace recordar a  gente y a  “personajes”  fantásticos  que has ido conociendo durante  la etapa principal de formación.

¿Alguna de las letras de estas once canciones tiene algún mensaje relacionado con las clases, asignaturas, profesores, colegio, universidad?

R – Sin duda. Son situaciones que dejan huella . Se reflejan en algunas canciones de este CD, y en muchas otras que no han visto aún la luz.

Chrysler Building

Ya en tu trayectoria profesional pasaste una temporada en los Estados Unidos, y unos buenos años en la isla de Manhattan en la oficina del ICEX en el Chrysler building. Cuentan que allí te aficionaste al saxo e incluso que llegaste a dar clases con un maestro en el Harlem, ¿qué nos puedes contar de esa experiencia?, ¿sigues tocando aún el saxo?

R – Al llegar a Nueva York y los Estados Unidos fueron para mí, además del nuevo mundo, un mundo nuevo. La impresión que se tiene allí es de poder hacer cosas, de que no hay cortapisas ni impedimentos para crear, para emprender y tirar adelante.

Supuso mi lanzamiento y encarrilamiento profesional, … Tuve muy buenos jefes y compañeros.

Y allí pude compaginar la vida profesional con la música. Me puse las botas  a escuchar  música. Me aficioné al saxofón y tuve la suerte de recibir clases de Purvis Henson, músico de banda que amenizó durante muchos años a los soldados de las bases norteamericanas por medio mundo.

Ahora no me dejan tocarlo. Dicen que mete mucho ruido. Me traería problemas familiares.

Tocar el saxo ¿te causó alguna vez algún problema o perduran más los buenos recuerdos de aquella etapa más bohemia?

R – Sin entrar mucho en detalle digamos que a algún vecino agresivo no le gustaba mucho la música que yo interpretaba con el saxo. Dejémoslo así.

Estas canciones son ya más recientes, ¿cuándo empezaste a componerlas y a tocarlas? ¿Hay algo de autobiográfico en la canción número 7, Bluesman?

R – Desde luego. Llegué a Madrid con muchas expectativas, quería hacer de todo, pero ICADE, en mi caso, requería una dedicación exclusiva para no quedarme rezagado. Cada vez que había un puente, el primer día de clase tras el puente no fallaba el examen. El Bluesman se tuvo que quedar aletargado.

¿Has cantado alguna vez en público?

Alfonso Diaz

R – En público toqué solo medida docena de veces. Fue suficiente para  entender que tras la composición de  una canción vienen,  al menos,  el virtuosismo y la técnica para tocar bien la música  y el don de interpretarla  y frasearla  con  sentimiento. De todas esas facetas creo que me defiendo en la composición, en las otras no tanto.

¿Has llegado a pensar en dedicarte a la música y dejar el trabajo y los negocios como han hecho algunos otros antiguos alumnos? ¿o tienes la música únicamente como hobby o entretenimiento?

R – Claro, alguna vez me vino la idea a la cabeza. Pero eso fue antes de tener mi familia. Cuando conoces gente aficionada que son mucho mejores que tú y a buenos profesionales y ves lo difícil que les es vivir de ello … uf, da vértigo. Lo consiguen muy pocos, que además no siempre son los mejores.

 De todas formas, carezco de formación musical suficiente y, sobre todo, de la ambición necesaria para intentar vivir de la música. Me considero muy  afortunado  de  poder ganarme la vida con mi negocio, tener mi familia y poder sacar ratitos para esta afición.

¿Qué supone para ti la música, como economista, emprendedor y empresario que eres actualmente? ¿qué te aporta esta pasión?

R – La creación musical te mantiene alerta. En mi caso es inevitable. Idea que surge, idea que va a “Notas de voz” del móvil para seguir trabajándola después. Emociona  como  un impulso  musical  de unos pocos segundos tiene un ADN propio que  marca  su continuación y desarrollo.  Ahí está  el reto y es donde empieza un trabajo artesano que puede durar meses.  

Para desarrollar estas ideas o impulsos la red y, en especial, Youtube, me han dado un empujón tremendo en los últimos años.  Proporcionan  mucho conocimiento. Obtienes los  recursos técnicos  que necesitas y otros  que ni sabías que existían  pero  que estaban ahí esperándote.

Bueno, vamos al grano, ¿cómo te surge la idea de editar este disco y destinar sus ingresos a una buena causa?

R- Cuando hablaba con algún amigo y le daba la paliza con mi música no podía demostrar ni enseñar nada. Tenía que hacer algo tangible. Pero producir un CD ha sido un esfuerzo más grande de lo que pensaba. Para  sacar fuerzas he sacado una motivación extra al plantearme que el esfuerzo de  hacer este CD  pudiera tener como recompensa un apoyo económico  a  la Federación Española de Fibrosis Quística.

Y para los que no sepan mucho sobre el tema, ¿qué es exactamente la Fibrosis Quística?

R- La Fibrosis Quística es una enfermedad hereditaria causada por un gen defectuoso que lleva al cuerpo a producir mucosidades anormalmente espesas y pegajosas. Ese moco  espeso se acumula sobre todo en las vías respiratorias de los pulmones y en el páncreas. Ocasiona infecciones pulmonares muy frecuentes y serios problemas digestivos.

Hace falta más inversión en investigación y una mejor cobertura en tratamientos por el Sistema de Sanidad Público, que amaga pero no acaba de financiar tratamientos muy caros, inalcanzables para la mayor parte de las familias.

¿Qué otras formas hay de poder ayudar a esta Federación o a las Asociaciones y Organizaciones dedicadas a la ayuda y tratamiento de esta enfermedad?

R – Hay muchas Asociaciones y Fundaciones que están trabajando en pro de las enfermedades raras. Todos conocemos alguna porque nos toque más o menos cerca. La toma de conciencia por parte de la sociedad es muy importante.

Sería interesante que se creara un Observatorio de Despilfarro Nacional. Todo lo que se puede medir se puede corregir. Si esos fondos “despilfarrados”  se dedicaran a la investigación, otro gallo nos cantaría.  Deberíamos premiar con el voto  a los partidos políticos capaces de hacer realmente del  I+D+i   una cuestión prioritaria de estado.

EL DISCO ANTIGUO ALUMNO

Y ya para concluir diremos que toda la información referente al disco, su finalidad, sus letras, incluso la posibilidad de adquirirlo está disponible en su propia página web:

http://aa2019cd.com/

Disco Solidario

FIBROSIS QUÍSTICA

Y más información sobre la Fibrosis Quística la tenemos en la página de la Federación Española:

https://fibrosisquistica.org/

Ocho apellidos asturianos

asturiano
horreo

Mis padres son asturianos, mis abuelos eran asturianos, lo mismo que mis bisabuelos y tatarabuelos, todos asturianos. Conclusión, todos mis apellidos son cien por cien asturianos. Aunque supongo que esto sólo les importa a vascos y catalanes, tanto, que ya lo han elevado al séptimo arte.

Pues voy a aprovechar este caudal de sangre asturiana para escribir esta vez algo de por aquí, que ya he escrito sobre Valladolid, Nueva York y hasta de Roma, y se echa de menos algo asturiano de pura cepa. Bueno, escribí también algo sobre los Indianos por la parte que nos correspondió a la familia.

Había pensado alguna vez en hacer una lista con mis palabras asturianas
favoritas, sin ánimo de impartir, ni mucho menos, un curso de asturianía ni de bable, simplemente enumerar las palabras que más me prestan (gustan) y me hacen más gracia, y comentar algo sobre ellas.

Restallu

Sin duda mi favorita. Nada como despertarse con un día de Restallu (soleado, espléndido). En mi caso, el origen de esta palabra lo tengo en unos fulminantes que usábamos de pequeños para disparar con pistolas de juguete, los llamaban Restallos, por sus estallidos, supongo.

asturiano

Arbeyu

Guisante. Famoso por la expresión: “Al platu vendrás, arbeyu, si non ye de joven será de vieyu”. En redes sociales por la página de humor astur AL PLATU en facebook.

Argayu

Desprendimiento. Cerca de Cangas de Onis hay uno muy unido a mis viajes de la infancia por el Pontón: “El Argayu del diablo, donde el diablo arrastró a su madre”. Las lluvias continuadas provocan algunos que generan cortes en las carreteras.

Andarica

Forma asturiana de llamar a la nécora. Mucho más descriptiva.

Pixín

Una manera más cariñosa de llamar al rape, o sapito en las Vascongadas.

Frixuelo

frixuelo

Un postre asturiano tipo crepe (con nata y/o chocolate) que se ha hecho famoso este año por los memes políticos junto a Hórreo. «Los niños asturianos no pueden estar estudiando hórreos y frixuelos». Que podría ser un equivalente a que los niños madrileños no deberían estar estudiando chotis y madroños, por decir algo.

Espicha

Puede entenderse como una reunión familiar o de amigos, en torno a una mesa repleta de productos asturianos, y sobre todo a la sidra, que es de donde procede este término. Cuando se prueba la sidra nueva desde los toneles a través de la espita (espicha).

Asgaya

horreo

No era una palabra que conociera desde mi infancia, más bien la he conocido recientemente, pero suena bien. Quiere decir en cantidad. Bebimos sidra asgaya (en una espicha), sacaron percebes asgaya (en la boda de un amigo).

Caleya / caleyeru

Calle rústica, sin asfaltar. Muy conocida en el ambiente gastronómico por el famoso Pitu Caleya, pollo que come fuera. Caleyeru sería callejero en el sentido más rural.

Furacu

Agujero. Me hizo mucha gracia oír una vez a un albañil brasileño decir que tenía que hacer un Furacu.

Guaje

La popularizó el futbolista David Villa “el Guaje”. Crío. Táte quieto, guaje!

horreos

Prestar

Verbo clásico asturiano que significa Gustar. Préstame mucho.

Prestóme pola vida. Cómo me presta.

Casadiella

Pastelillo dulce algo anisado tipo canutillo frito, relleno de nuez. Hasta ahora no he vuelto a probar unes casadielles tan buenas como aquellas caseras que hacía tía Jose.

Chigre

Bar asturiano, tipo tasca. La modalidad de bar tienda está desapareciendo 🙁

Chiscar

Salpicar. Me sorprendió una vez que en un taller me dijeran, antes de traerme el coche, que tenían que chiscarlo (lavarlo).

horreo

Fartucu / Fartura / Fartón

De hartarse de comer. Estar Fartucu es ya no poder comer más, Fartura una comilona excesiva, y Fartón un auténtico glotón.

Gayasperu:

Dicharachero, alegre, divertido, un auténtico cachondo.

Güeyos: Ojos

Escayo / Cotoya

Zarza espinosa y arbusto con pinchos. Se extienden mucho por el clima y el descuido de las fincas.

Fatu / Faltosu: Alelao, tonto del culo.

Felpeyu: Piltrafilla

Espinareu

Orbayu

Lluvia fina, cala bobos, equivalente al xiri miri vasco.

Hay una modalidad más fina que se llama Orpín. Está orpinando. Menos conocida.

Piescu: Una fruta tipo albaricoque o pequeño melocotón.

Pixeru: Dandy, elegante, casi chulapo pero asturiano. Tengo miedo que sea inventado este adjetivo, pero en mi entorno familiar se utilizaba.

Raposu: Zorro

Sugerencias

Obviamente se admiten sugerencias. Aquí tengo ya algunas otras palabras que me habéis ido sugiriendo pero que no están entre mis preferidas:

Alloriar / chiflar: Volverse loco (llocu).

Babayu: tonto de baba.

Cabruñar: Afilar la guadaña.

Folixa:

Fiesta, gran diversión. Popularizada por el programa de la TPA » De Folixa en Folixa».

Foriato: Despectivamente al foráneo en Asturias.

Llambiar, llambión, llambionaes: comer casi a lametazos, goloso zampabollos, cosas dulces, se puede llamar así a los postres.

Semeya: Fotografía.

raitán

NOTA: no he incluido Raitán porque no me parece el nombre más adecuado para un pájaro tal elegante y fino como el petirrojo. No me gusta, además esa palabra tiene malas connotaciones para mí, así que excluida de mi lista. No obstante, podéis sugerir palabras asturianas que vos presten a través de los Comentarios, serán bienvenidas.

Valladolid, mi ciudad

Valladolid

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, me toca hablar de la villa Pucelana. Esta vez mirando su lado gastronómico desde su faceta del pincho, la tapa y la cocina miniatura.

Valladolid

El haber vivido en Valladolid los primeros 18 años de mi vida (pues aunque nací en Madrid, no lo recuerdo) ha dejado en mi una auténtica raíz castellana muy bien arraigada que sigo cultivando.

Valladolid

El Pasaje Gutiérrez es el único pasaje comercial de Valladolid. inspirado en el París de finales del siglo XIX

Muchos amigos, vivencias, historias acumuladas en aquellos tiempos, pero toca ahora centrarse en mis recomendaciones gastronómicas. Mis sitios favoritos, para que pueda disfrutarlos el que tenga la suerte de pasar por allí unos días de viaje o de visita.

En Valladolid puede hacer frío intenso o mucha niebla, si vas en invierno, pero sus bares, tabernas y restaurantes te abrigarán con sus vinos y sus calditos. La calidad de sus bodegas lo garantizan (Ribera de Duero, Rueda y Cigales).

Valladolid
Mercado cubierto de la plaza España

Valladolid ya es considerado un paraíso de las tapas y el tapeo, aquí van mis recomendaciones más imprescindibles:

MI TAPEO FAVORITO

Los Zagales de la Abadía
En los soportales colindantes con la Plaza Mayor, centro neurálgico del tapeo vallisoletano, se alberga este mesón castellano repleto de pinchos ganadores de concursos. Cada premiado ondea con su pendón y estandarte correspondiente. Son unos cuantos, pero los más sonados podrían ser el Obama en la Casa Blanca, el Tigretostón o la hamburguesita de McChurra, entre otros.

Valladolid
Plaza Mayor de Valladolid

El Corcho
Muy cerca está la casa de la Croqueta de jamón y la tajada de Bacalao. Muy concurrido, hay que pelear por la comanda.

La Taberna del Herrero
A la vuelta nos encontramos unos cuantos bares y tabernas. De entre ellos me quedo con las sartenes de huevos rotos y el marisco castellano de la Taberna del Herrero. Con una buena sopa castellana si vas en invierno.

Villa Paramesa
Casi enfrente está este templo de los super pinchos galardonados, como su K1 (ceviche de sardina). Desde fuera ya irás viendo los carteles de los últimos ganadores. Una vez dentro te apabullará su exquisitez. Buenos quesos, buenos vinos y buenas tapas y raciones.

La Tasquita
Un poco más abajo, en un callejón de la plaza del Coca (así la seguimos llamando a pesar de la desaparición del cine Coca) se encuentra esta tasca. Siempre desbordada, deslumbra por sus tostas y bocaditos.

Valladolid
Iglesia de San Pablo

La Sepia
En el lateral de Ayuntamiento está su local original renovado, y muy cerca, en la plaza de la Rinconada, el nuevo. Un bar que rinde culto a la ración de sepia por encima de todo.

Castivera (antiguo bar Alarcón)
Me quedo sin duda con sus torreznos y la ración de oreja.

Ángela
Algo más escondido, detrás de San Benito y el Patio Herreriano, nos encontraremos con otro restaurante cervecería de grandes pinchos. Disfrutarás tanto de los suyos premiados (Ave Fénix pato) como de su amplia selección de cervezas internacionales y artesanas.

Martin Quiroga
Quizás menos conocido, de pequeño tamaño, más difícil de encontrar y muy concurrido, descubriremos el MQ. Sus deliciosas propuestas de temporada son todas ellas exquisitas. Este es ya para nota.

Valladolid
Plaza de la Universidad

La Cárcava (Cascajares)
Al abrigo de la Catedral puedes reponer fuerzas con los pinchos, tostas y bocaditos de esta pequeña taberna.

La Solana (Antigua)
Detrás de la iglesia de la Antigua está el horno de leña de este asador castellano. Destaca por su lechazo, y su innumerable selección de tapas y raciones tradicionales.

Valladolid
Catedral de Valladolid

El Penicilino ( D.E.P.)
En esa misma zona de Portugalete, se encuentra una nueva versión de esta mítica tasca. Debes probar su Peni (vino dulce) con la tradicional Zapatilla (pasta de Portillo).

El Trébol
Saliendo ya de las zonas históricas, y tirando de paseo de Zorrilla, buscaremos esta cervecería para tomar vermú y aperitivo con gambitas. La encontrarás detrás del Corte Inglés y frente al Museo de la Ciencia (al otro lado de la pasarela sobre el río Pisuerga).

Dentro de la categoría del bar de tu barrio o de debajo de tu casa, me quedo con El Julepe (El Salvador) y más allá, en la zona Arturo Eyries, el Barlladolid.

OTROS PLANES

Para complementar tanto tapeo se me ocurren un par de ideas dignas de considerar:

Leyenda del Pisuerga
Un buen plan podría ser un paseo por el río navegando en este barco inspirado en los barcos de vapor. Busca su embarcadero en playa de las Moreras. Si no te coincide el horario puedes esperar en el Chiringuito de la Playa de Valladolid (hoy llamado Pera Limonera). Dispone de una agradable terraza en plena playa de agua dulce.

Valladolid
La Pérgola del Campo Grande

La Pérgola del Campo Grande (cerrado por falta de concesión 🙁
Otra propuesta podría ser, un aperitivo o vermú en la terraza de La Pérgola del Campo Grande (abierto solo en temporada, si reabre). Después de un paseo por el parque, repleto de patos, pavos reales, aves y alguna popular ardilla, te vendrá bien.

Valladolid
Vistas desde la torre de la catedral

La Torre de la Catedral
Entre las novedades culturales está abierta la visita guiada a la torre de la Catedral. Si no hay niebla y no hace mucho frío, destaca por sus ilimitadas vistas de la ciudad, y las interesantes anédotas y pinceladas de la historia de la ciudad que comparte la guía.

Muy interesante.

LAS BODEGAS

La Sorbona (Bodega de Félix)
Fuera ya de la ciudad, y por ejemplo, en Fuensaldaña, están las entrañables bodegas (cuevas subterráneas). Allí puedes degustar la cocina tradicional castellana con morcilla, mollejas, chuletillas, lechazo y todo lo demás, regado con su clarete de la casa (Cigales). Por el vínculo que nos une y el trato familiar, La Sorbona es mi favorita destacada.

Valladolid
Plaza de Colon

AVE
La visita desde Madrid ha dado un cambio radical con la llegada del AVE a la Estación de Norte, Valladolid-Campo Grande. En tan solo 50 minutos desde Chamartin te plantas en el mismo centro de Valladolid, un auténtico chollo.

Si no tienes mucho tiempo, allí mismo está la Estación Gourmet repleta de puestos con una oferta culinaria muy variada.

Valladolid
Campo grande de Valladolid

NOTA: el patrimonio histórico cultural de Valladolid es apabullante. Dejo a otro la labor de comentarlo pero ya lo dejo entrever con la colección de imágenes procedentes de su área de Cultura y Turismo.

SUPLEMENTO

Era evidente que esta selección de recomendaciones personales no agota la inmensa oferta gastronómica vallisoletana. Estoy recibiendo algunas sugerencias de familiares y amigos a través de las redes sociales e incluso la mensajería instantánea, whatsapp.

Valladolid
De Tapas por Pucela

No las voy a dejar fuera, pero antes de opinar espero poder ir a probarlas:

El Farolito. En realidad no lo había incluido porque lo consideraba más un bar de cañas y copas, pero puede tener algo de picoteo. En cualquier caso lo tenemos justo enfrente de La Cárcava, a 50 metros de la Catedral.

El Antiguo Puchero. Cerca de la Catedral y La Antigua (c/ Los Tintes). Me lo recomendaron por sus pinchos de lechazo, que estaban buenísimos. Pero cerró. El que hay ahora no es ya lo mismo. D.E.P.

La Garrocha. Muy cerca del Farolito (c/ Zúñiga, zona Catedral) y recomendado por la calidad de su cocina. Otra asignatura pendiente más.

Mi pajarillo favorito, el Raitán o petirrojo

raitán

En Asturias se conoce como raitán al petirrojo.

En la naturaleza tenemos miles de ejemplos de cosas preciosas, millones de ellos diría yo, pero algunas, de tanto verlas, ya no las valoramos e incluso nos volvemos un auténtico peligro para ellas.

Entre esa infinidad de tesoros maravillosos de lso que disponemos hoy quiero hacer un pequeño homenaje a ese pajarillo que me ha cautivado desde el primer día que lo vi, el raitán o petirrojo.

No voy a hacer aquí un tratado de ornitología ni mucho menos, ni voy a repetir su nombre científico que ni recuerdo ni me dice nada, solo le voy a dedicar unas líneas de cariño por los buenos momentos que me proporciona su mera presencia.

El raitán es un pájaro pequeño, regordito, vistoso por el color rojizo anaranjado de su cara y pechera que le da nombre.

Tiene pico fino, ojos negros y patas delicadas y delgadas. Sobrevuela los jardines y anda a saltitos por el suelo buscando comida.

Parece un pájaro confiado y sociable, casi familiar, se acerca sin problemas, no se asusta fácilmente, te observa de cerca, y se cuela en tu casa si puede.

Llegado este punto debo confesar que lo he sorprendido alguna vez apoyado sobre mi pantalla de ordenador, y unas cuantas he tenido que limpiar el monitor y alrededores.

No es una mascota pero realmente casi lo parece.

Se le reconoce también por su canto agradable y característico que no podría describir. Pero es como si te llamara por las mañanas para saludar y pedir algo de comer.

Le encanta que le tires migas de pan, y ya ni te cuento si le traes alpiste o alguna mixtura para mascotas de supermercado, se vuelve el más fiel visitante del bosque.

En Inglaterra es el ave más popular y querida y le llaman robin, y en el país vasco tiene un nombre más onomatopéyico, por decirlo de alguna forma, txantxangorri.

Esta variedad abunda por el norte.

Simpático, sencillo,  y cautivador, así es el raitán, una auténtica joyita de nuestra naturaleza que tenemos que mimar, y mucho.

 

Mis ciudades: Nueva York

NYC, Manhattan

HomeLa verdad es que no he vivido en muchas ciudades, en realidad podríamos decir que por ahora solo en cuatro: Valladolid, Madrid, Oviedo y Nueva York (Manhattan).

Todas ellas son unas magníficas ciudades, pero de entre ellas destaca con luz propia New York, la ciudad que nunca duerme, como dice la canción. Allí viví tres años a finales de los ochentas del siglo pasado (cómo suena eso).

CentralPark

En una página anterior ya he contado lo que estuve haciendo allí, mi trabajo en la Oficina Comercial de España, en otra escribiré en breve unas Recomendaciones basadas en mi experiencia allí durante esos años tan intensos en los que recibimos tantas visitas e hicimos de cicerones una y otra vez hasta conocer Manhattan tanto o más que las guías.

Columbia

Para ir abriendo boca, este post no es más que un mero ensayo y recordatorio de las cosas que voy a tener que contar,  y de los problemas que voy a tener para hacerlo digerible debido a la inmensidad de cosas que se pueden hacer en una visita a Nueva York, y tendré que descartar porque normalmente no vamos con tiempo ni recursos ilimitados.

IrishPubPara no aburrir intentaré resumir mi experiencia en 10 grandes puntos y concentraré en ellos mis sitios y actividades favoritas. No es nada fácil recomendar restaurantes, por ejemplo, en una ciudad que tiene más de 10 mil y cada año renueva el cincuenta por ciento de los mismos. Pero eso lo cubren ya muy bien las guías de restaurantes, hoy en día todas ellas online.

Lo primero que me dijeron antes de mi primera visita a NYC fue que iba a tener agujetas en el cuello de tanto mirar hacia arriba a los rascacielos.

Chrysler building, Manhattan

Pues bien, en mi visita más reciente, el año pasado, vi más grúas que en toda mi vida. Siguen construyendo cientos de torres nuevas por todas partes.

Sólo citaré mis tres torres favoritas: el edificio Chrysler (edificio art decó en el que trabajé), el Flatiron (el primer rascacielos de la isla) y el Empire State, un símbolo y mito universal de la ciudad.

Las torres gemelas las destruyeron y a su nuevo vecino, la Torre de la Libertad (Freedom tower), aún no lo tengo asimilado.

Una cosa que nos cuesta mucho asimilar a los españoles es el tema de las propinas (tips) obligatorias. Es desgarrador dejar un 15-20%, pero hay que acostumbrarse pues los camareros viven de las propinas. En realidad no hace falta dejar tanta, pero si no dejas nada o suficiente, te perseguirán. Un truco para auto-engañarnos es que allí el impuesto indirecto es solo del 8% frente a nuestro 21% de iva, por lo que nos sobraría ya un 13% para la propina (en la práctica el iva de hostelería del 10% nos desbarata este argumento casero).

Otra cosa curiosa que recuerdo que me pasó la primera vez, fue la idea equivocada del tamaño de la isla de Manhattan que tenía. Calzado cómodo, pensaba, y a patear toda la isla en un momento.

Empire State, Manhattan

Menudo error de cálculo imaginario, Manhattan es enorme (la isla de mide aproximadamente 22 km de largo y 3,6 km de ancho en el punto más ancho y  1,5 km en su punto más estrecho).

Soy partidario de patear, palmo a palmo, pero ahora que conozco Manhattan recomendaría la combinación de pateo selectivo por barrios y transporte público para los desplazamientos (metro y bus). Puedes haber estado todo el día caminando por la otra punta (downtown, por ejemplo) y al final de la jornada, agotado, estar a 10/12 km de tu hotel que podría estar en midtown.

Así que no temas meterte en el metro, no es muy complicado y te ahorrará tiempo y energías, las avenidas son kilométricas.

Pues eso, a ver si me inspiro y preparo mis 10 consejos para visitar y disfrutar Nueva York. Algunos de ellos parecerán los típicos de siempre, pero daré en todo caso mi opinión personal y sugerencias.

Mis colecciones

Soldaditos de plomoAhora que está de moda todo lo vintage y lo antiguo, que proliferan los mercadillos y las páginas web que facilitan los intercambios entre particulares, somos muchos los que echamos la vista atrás y recordamos nuestras queridas colecciones.

Quién no ha coleccionado en su infancia cromos, sellos, monedas, relojes, muñecas, soldados de todo tipo, comics, revistas, libros, tebeos,  cámaras de fotos

Pero ¿Cuántos de ellos han sobrevivido? ahí está el quid de la cuestión, la mayoría han desaparecido.

Jabato Color

Y  en ellas estaba, tratando de recuperar mi colección de El Jabato Color que tenía encuadernada, siete tomos con veinticinco números cada uno. Cuando me viene a la memoria que los tres primeros, los mejores, los había prestado sin haber conseguido su retorno.

Conservo los cuatro tomos siguientes,  y me dispongo a buscar los números desaparecidos en páginas como Todo Colección  repletas de vendedores y coleccionistas que tienen prácticamente de todo.

Y tratando de volver a completar mi Colección de Las aventuras de El Jabato me encuentro una caja de latón repleta de soldaditos de plomo. Ahí estaban todos ellos recogidos, envueltos en papel de periódico. Encerrados durante décadas, con sus banderas, estandartes, caballos… por lo que procedo a su liberación definitiva.

Jabato colorDe monedas no hablaremos, pues las de mayor valor numismático, antiguas de oro y plata, cuelgan ahora de elegantes colgantes que se exhiben solo en ocasiones especiales. Las que conservo en algunos álbumes son monedas de diferentes países, pasadas ya de fecha, con una valor casi entre nostálgico y simbólico.

Dejamos otro tipo de colecciones, de las que tengo menos recuerdo y no tanta estima, para otra ocasión.

Larga vida pues a las aventuras de El Jabato y los Soldaditos de Plomo de la juguetería Casa Thomas.

bram, bramm…

BMW 330 Cabrio
Skoda Citigo

Existen diferentes formas de repasar la vida de uno mismo, y una que llevo cierto tiempo con ganas de abordar es ésta, a través de los diferentes vehículos que han ido pasando por tus manos a lo largo de los años, de tu experiencia al volante, en el mundo del motor, más o menos.

Todo empezó al cumplir los 18 años, en Valladolid, cuando en septiembre me apunté en una Autoescuela donde me enseñaron a aprobar el examen a la primera aunque realmente sin saber conducir. «Muy bien, artista» me adulaba una y otra vez el profesor.

Cinco años estudiando fuera de casa, con carnet pero sin coche, hicieron que lo poco que sabía se desvaneciera, y que cuando por fin tuve mi primer utilitario tuviera que volver a la Autoescuela, ahora sí, a aprender a conducir.

RENAULT. Mi primer motor fue el de un Renault 5 blanco de segunda mano que me compró mi padre para venirme a trabajar a Asturias. Tenía solo 4 velocidades y, con tanta curva, me costaba adelantar hasta a los camiones.

Vivía en Oviedo, trabajaba en Granda, y el R5 me dio la autonomía necesaria para ir y volver del trabajo, con él recorrí mis primeros kilómetros. Un par de pinchazos, muchas excursiones y nada más relevante que recordar de esta primer a etapa, que pasó por Madrid (barrio de Salamanca) y concluyó con su venta, tres años más tarde, cuando me fui a Nueva York.

Allí, en Estados Unidos no tuve coche, algunas veces alquilábamos automáticos, que me trajeron por el camino de la amargura la primera vez, en Seattle, cuando pisaba el freno a fondo con la pierna izquierda y temía al ver los semáforos ponerse en rojo por los frenazos tan brutales que metía.

Este trauma lo superé en cuanto me explicaron que la pierna izquierda no se debe utilizar con los coches automáticos y de hecho en Miami me enamoré por primera vez de un motor, era un Chrysler leBaron Cabrio rojo.

El rugido de su motor, su equipo de música, su aire acondicionado, y no tener que embragar y cambiar de marchas en los recorridos por Miami Beach me pareció una experiencia inolvidable.

VW Polo

Tuve también la oportunidad de conducir una furgoneta Volkswagen de cambio manual de un amigo que solo sabía conducir automáticos. Antes me saqué el carnet de conducir americano haciendo solo el examen teórico, en hispano, pan comido. Obsesión total por no conducir después de haber bebido.

CITROËN. Al volver a España me compré un Citroën AX Sport con la ayuda de Cajamadrid. Una serie limitada del AX Gt, pequeñito, ligero, pero muy alegre de motor.

Nissan Almera

NISSAN. A los seis años los anunciantes consiguieron que me planteara subir un escalón y el candidato natural era el Citroen ZX, pero finalmente le ganó la partida un Nissan Almera verde de gasolina muy bien equipado.

A los cinco años cambiamos la gasolina por el diesel, al tener que salir a diario a trabajar a Las Matas aproveché para renovar bajando consumos. Fue otro Nissan Almera, esta vez diesel, de color gris perla.

Los coches los iba dejando en muy buen estado y con no demasiados kilómetros, por lo que estos dos últimos recalaron en cocheras familiares, de mi hermana y mi madre respectivamente.

bmw 330i touring

BMW.

En un viaje de esquí me volví a enamorar de un motor de gasolina, la verdad es que el sonido de los diesel no encandila a nadie. Esta vez fue un BMW 330 muy bien equipado y todo poderío, 231 caballos tenía. Este fue mi siguiente gran amor que convivió conmigo catorce años, en Madrid principalmente, e hicimos juntos casi trescientos mil kilómetros.

BMW 330i

Un BMW 330 i touring totalmente equipado con todos los extras posibles, incluso televisión hasta que pasó a ser digital. Nos recorrimos España de punta a punta, desde Madrid a Galicia, Barcelona, Cadiz, Almería…

Tuvimos que sufrir varios intentos de robo en nuestro propio garaje, uno de ellos consumado, en la víspera de un puente de la Almudena, lo que nos obligó a alquilar coche (Opel astra) para no suspender el viaje. Apareció en Coslada y estuvo 3 meses en BMW recuperándose de los excesos de los ladrones. Afortunadamente no lo sacaron de España.

PEUGEOT. Curiosamente la marca de mis coches de empresa. 

peugeot 5008
Peugeot 5008

El primero, un Peugeot 607 diesel con 6 velocidades, y tanto cambiar de combustible (de gasolina a diesel, de diesel a gasolina, al final tenía que ocurrir, tres veces hasta ahora, la última en Galicia, la menos grave porque nos dimos cuenta con 20 litros solo que esta vez el coche era diesel y le poníamos gasolina.

El segundo, un Peugeot 5008, un SUV diesel de 6 velocidades y todo un avión, con un sistema de navegación que avisa de los radares y evita disgustos, y un maletero digno a prueba de todo, incluso de material de golf. Hasta que se rompió su motor y llegaron los Toyota.

toyota
Skoda Citigo

SKODA. Al venir a vivir a Asturias y tener que hacer bastantes kilómetros a diario los consumos del bmw eran excesivos, y lo complementé con un pequeñito de bajos consumos que luego recaló en mi hija en cuanto se sacó el carnet de conducir. Era un Skoda Citigo blanco candy de gasolina y 3 puertas. Tuvo publicidad, primero de Tax Asturias y luego de Aguas de Borines.

VOLKSWAGEN. Un VW Polo diesel gris urano sustituyó al Skodita, con unos consumos incluso inferiores. Este polito se fue a Madrid con mi hija a los 3 añitos y volvió para acá el skodita.

Posteriormente un BMW 330 cabrio automático reemplazó al Touring, que ya había cumplido conmigo plenamente sus funciones.

BMW Cabrio

Este cabrio descapotable, BMW individual, viene a recordar mi gran amor de Miami, el Chrysler Lebaron rojo, que algunas veces suplanté alquilando pequeños coches descapotables (Minis, Fiat Uno) en algunas escapadas por destinos soleados, como Canarias y sur de España.

TOYOTA. Cuando ya parecía que lo habíamos probado todo llegaron los híbridos, ecológicos, automáticos, de Toyota, en mi caso, primero un C-HR, pues el plazo de espera del RAV4 era de 8 meses.

toyota

Debo reconocer que ni el color, ni su línea eran lo más adecuado para mi perfil, pero el coche iba de maravilla, bajo consumo, fácil de manejar. Los únicos peros, los pitidos que emitía a la hora de aparcar, el resultado era siempre el mismo, aparcaba fatal.

Finalmente no tuve que esperar esos ocho meses por el RAV4y me asignaron uno al cabo de dos meses, no era azul como había pedido pero el blanco perlado también me gustaba casi tanto como el azul.

RAV4

La comodidad de los coches automáticos no se aprecia bien hasta que se prescinde del embrague, la palanca de cambios, las marchas y el pie izquierdo.

RV4

Hace años, en EEUU, gracias a un amigo que conducía solo automático y su padre tenía una furgoneta VW de cambio manual, pude aprovechar mi ventaja como chofer para las excursiones, lo que me sirvió para moverme un poco por la Costa Este, playas y zonas costeras principalmente.

Leer, leer es un gran placer

No cabe ninguna duda de que leer es algo relajante y placentero. Sin embargo,  lo cierto es que la lectura muchas veces no encuentra su sitio en este mundo frenético de acelerado ritmo de vida que llevamos. Corremos de un lado a otro sin tiempo para sentarnos a leer tranquilamente, una pena.

Leer es un gran placer, cierto, por eso debemos echar un pulso a nuestro estrés cotidiano y conseguir que los libros, aunque sean electrónicos, tengan su merecida cuota de nuestro tiempo.

Ver películas, en cine o televisión, es muy cómodo, pero nunca se alcanza con ellas esa profundidad e intensidad, esa concentración y abstracción, que te facilita un libro.

Mi problema, cuando un libro me engancha de verdad, es que me da mucha pena que se termine, y trato de refrenar el último tramo de lectura para que dure. Algo similar me pasa a veces con un buen plato, si me apasiona la comida trato de retardar su degustación lo más posible. La diferencia es que no suelo repetir la lectura de un libro y sí hasta la saciedad la ingesta de un buen plato. Estamos hablando de Patria, por ejemplo, y de un arroz caldoso con bogavante, por poner el listón alto.